Sabemos que has estado pensando en la cirugía plástica como un medio atractivo para rejuvenecer tu apariencia. Tal vez tus párpados caídos te dan un aspecto cansado. O quizá quieras deshacerte de esas bolsasque aparecieron debajo de los ojos.
Después de meses de sopesar las ventajas y desventajas, has decidido continuar con la cirugía. Ya has averiguado todo lo que hay por saber sobre el procedimiento que deseas realizarte y también buscaste en Internet al mejor cirujano plástico de la ciudad. Incluso le preguntaste a tus amigos y familiares sobre sus opiniones al respecto. Luego fuiste a ver a este cirujano con gran entusiasmo, y te encantó la confianza que te inspiró. Él te hizo sentir aún más feliz con tu decisión.
Pero luego, se te ofreció una cotización para la cirugía … y tus ánimos se vinieron al suelo. Inmediatamente te preguntaste: ¿Por qué tan caro? Parece un procedimiento simple, un par de horas en la sala de operaciones, un simple “cortecito en la piel”. ¿Por qué mi cirugía no puede ser más asequible?
Puedes tener la seguridad que no eres el único o la única que se ha hecho esas preguntas. Hay muchos hombres y mujeres a quienes les encantaría mejorar su apariencia, pero no pueden pagar el costo de la cirugía plástica. ¿Entonces cuáles son las alternativas? ¿Deberías buscar un cirujano más barato? ¿O tal vez deberías olvidarte de la cirugía? Antes de responder esas preguntas, permítenos explicarte por qué esta operación, la cual puede cambiar tu calidad de vida, vale la inversión que estás a punto de hacer.
Hay tres tarifas que deberás pagar por cualquier procedimiento quirúrgico.
Lo primero que debes saber es que no hay una, sino tres, tarifas que debes pagar por cualquier procedimiento quirúrgico: la tarifa del cirujano, la tarifa de anestesia y la tarifa de la sala de operaciones e insumos.
La tarifa del cirujano y la tarifa de anestesia generalmente son fijas para una operación dada; sin embargo, la tarifa de la instalación (sala e insumos) puede variar según la duración de la cirugía y el tipo de instalación, ya sea en un hospital privado o en una clínica ambulatoria más pequeña.
La tarifa del cirujano va a ser la más alta de las tres. La razón es simple: el cirujano es el arquitecto, el artista y el director de toda la operación. Él es responsable de la tarea completa y debe entregar resultados fenomenales para cada paciente. Entonces, cuando veas la cotización de los servicios de tu cirujano, debes pensar en lo siguiente: ¿Cuánto valen su trabajo, experiencia y resultados?
La cirugía plástica es más que un gasto frívolo, es una inversión de por vida.
Someterte a un procedimiento quirúrgico estético para mejorar tu apariencia es muy diferente a comprarte ropa o un par de zapatos. También es más que un simple “cortecito”. Adquirir un par de zapatos es tan fácil como inspirarte de un pronto a otro y hacer la compra al instante, ¡y eso está bien! De todas formas, si no te gusta cómo se ven tus nuevos zapatos, puedes devolverlos en cualquier momento. O simplemente decides dejar de usarlos por completo.
Esto no sucede con la cirugía plástica. Una vez que te haces una operación en tu cara, no puedes volver atrás. Recuerda que es tu cara de la que estamos hablando, ¡es lo que te hace ser quien eres! No puedes dejar de “lucir tu cara”. Aquí es donde entra en juego la experiencia del cirujano.
Tomemos los cirujanos oculoplásticos como ejemplo; estos son médicos que tuvieron que someterse a 13 años de entrenamiento intensivo para convertirse en expertos en su campo. Tuvieron que realizar miles de cirugías para dominar el arte de la cirugía estética de párpados y rostro. Sobra decir que esta experiencia tiene un precio. Es la misma razón por la que un Picasso original es más caro que el arte barato que puedes comprar en Internet. De igual manera, la cirugía plástica es un arte, y requiere un artista para lograr los mejores resultados. Entonces, ¿por qué tu cirujano cobra ese monto por una operación de dos horas? Porque para dominar ese procedimiento, evitar sus complicaciones y lograr un resultado natural y duradero, él tuvo que pasar más de 13 años de capacitación integral y miles de horas en el quirófano.
Tu apariencia vale la pena.
Si has decidido intentar una cirugía plástica porque estás seguro(a) de que rejuvenecer tu apariencia es una inversión que merece la pena, entonces piensa en esto: Ésta no es una compra frívola que puedes reembolsar, es una inversión para el resto de la vida. ¡Puede cambiar tu calidad de vida! Ahora, si aún no tienes el dinero para hacerte tu operación con un cirujano experimentado, lo más sensato sería esperar hasta que hayas ahorrado el dinero para pagar la cirugía. Eso es mejor que ir donde un cirujano más barato, que carece de la experiencia y la capacitación, y luego tener que lidiar con las consecuencias por el resto de tu vida.
Sinceramente,
ArteFacial