El tratamiento del pterigion comienza con la prevención. Usar gafas de sol para proteger los ojos de la radiación UV es quizás el paso más importante. El tratamiento médico es necesario cuando hay irritación y enrojecimiento conjuntival. Los oftalmólogos suelen recetar gotas oftálmicas antiinflamatorias para tratar estos síntomas. También se pueden usar lágrimas artificiales para mantener la córnea lubricada y frenar la inflamación.
Cuando un pterigion se vuelve altamente sintomático o invade la córnea, el manejo se convierte en un tema quirúrgico. La técnica más aceptada en la cirugía de pterigion consiste en remover el tejido anormal y colocar un autoinjerto conjuntival, el cual se sutura al lecho receptor. El injerto ayuda a prevenir la recurrencia del pterigion, el principal desafío en su manejo.