En algún momento de nuestras vidas, todos comenzamos a reconocer ciertos patrones de envejecimiento en nuestros rostros. Estos signos se hacen evidentes a partir de los 30 y 40 años, determinados por la influencia de los genes y acelerados por factores ambientales como la exposición al sol, el tabaquismo y el consumo de alcohol. El estrés y la mala alimentación también juegan un papel importante. Los signos visibles del envejecimiento progresan lentamente con el tiempo y, hasta cierto punto, involucran todas las áreas de nuestra cara.

El envejecimiento facial ocurre principalmente debido a la reabsorción del hueso, la pérdida de volumen en los compartimentos de grasa y la disminución de la elasticidad de la piel. La manifestación del envejecimiento en la parte inferior del rostro se nota en la flacidez de las mejillas, los pliegues nasolabiales, líneas de marioneta, y la acumulación de grasa en el cuello conocida como la papada.

La cirugía de estiramiento facial revierte muchos de estos signos. Cuando se realiza correctamente, esta cirugía no cambiará el aspecto esencial de una persona, pero sí revertirá los patrones de envejecimiento en la parte inferior del rostro para crear una apariencia natural y más joven.

Ritidectomía: El procedimiento

Como procedimiento quirúrgico, la ritidectomía está diseñada principalmente para restituir el tono de los tejidos en la parte inferior de la cara, restaurar el perfil mandibular y trazar un contorno atractivo en el cuello. Esta cirugía se debe adaptar a las necesidades de cada paciente. El cirujano modificará su técnica según la edad, género y rasgos faciales de cada paciente para ofrecer un resultado individualizado.

La operación varía desde extremadamente conservadora hasta técnicas sumamente complejas. Al decidir cuán agresivo será con la ritidectomía, el cirujano debe considerar las características óseas del paciente, su estado de salud y el grado de envejecimiento, entre otros factores.

Esta cirugía no consiste simplemente en eliminar el exceso de piel, sino más bien en manipular deliberadamente las capas más profundas de tejido fibromuscular llamadas SMAS. La flacidez de los ligamentos y músculos dentro de esta capa es responsable de la atenuación del perfil mandibular, la profundización de los pliegues entre la nariz y la boca y las bandas en el cuello. Por lo tanto, el cirujano debe centrarse en el SMAS para tratar eficazmente el envejecimiento de las mejillas y la papada.

La cirugía empieza con una incisión que se extiende desde la patilla hasta la región retroauricular, delineando la zona anterior y posterior de la oreja. En la mayoría de los casos, también se requiere una pequeña incisión debajo del mentón para tratar la papada. El siguiente paso consiste en elevar un colgajo de piel con el fin de crear una vía de acceso para modificar el SMAS. Como mencionamos anteriormente, el tratamiento del tejido fibromuscular es vital en la ritidoplastia y se han descrito múltiples técnicas para elevar y reposicionar este plano tisular.

La técnica llamada plicatura del SMAS es una de las más utilizadas. Consiste en plegar el tejido sobre sí mismo con suturas, como se haría con una sábana. Otra técnica consiste en resecar una porción de SMAS y usar suturas para aproximar los bordes del tejido restante. Finalmente, existen técnicas que implican una disección por debajo del SMAS.

Esta opción es más efectiva en cuanto al grado de rejuvenecimiento en las zonas de las mejillas y la mandíbula, pero conlleva un mayor riesgo de daño a los nervios y otras complicaciones. Además, requiere una recuperación más prolongada, lo que significa más tiempo sin trabajar, algo que muchos pacientes no pueden permitirse.

El paso final de la cirugía consiste en cerrar las incisiones, lo cual debe realizarse con delicadeza y precisión porque afectará la apariencia de las cicatrices. La atención a este paso creará resultados elegantes y naturales con cicatrices imperceptibles.

Limitaciones de la ritidectomía: Lo que no se puede lograr con un estiramiento de cara

El primer paso para garantizar que los pacientes estén contentos con su ritidoplastia es que tengan expectativas realistas sobre el resultado clínico. Todas las personas que deciden someterse a esta cirugía deben comprender claramente sus limitaciones, es decir, lo que un lifting facial puede y no puede ofrecer.

Recordemos que el estiramiento facial está diseñado para tratar los tejidos de la parte inferior de la cara. Su objetivo es restaurar el perfil de la mandíbula y el contorno del cuello. Una persona que busca mejorar el aspecto de su mirada, deshacerse de las bolsas debajo de los ojos o perfilar sus pómulos se sentirá decepcionada con los resultados de la cirugía, ya que estas áreas no se tratan con una ritidectomía por sí sola. Asimismo, un estiramiento facial tendrá poco o ningún efecto sobre las arrugas faciales profundas, los cambios en la pigmentación de la piel y la pérdida global del volumen facial. Dicho esto, se pueden realizar procedimientos adicionales simultáneamente a la ritidoplastia si la persona desea rejuvenecer estas áreas del rostro.

Frecuentemente se suele realizar un levantamiento de cejas o blefaroplastia para tratar la caída de los párpados y las bolsas junto con la ritidoplastia. Las manchas solares y las arrugas faciales profundas se pueden mejorar con procedimientos exfoliativos de la piel, como los peelings químicos y láser de CO2, mientras que el volumen facial se puede restaurar con un procedimiento de transferencia de grasa.

Cómo lograr los mejores resultados en la cirugía de lifting facial

El mejor lifting facial es el que acierta con las expectativas del paciente y produce resultados naturales y sin complicaciones. Esta cirugía no es igual para todos, sino que debe personalizarse para tratar los signos de envejecimiento específicos en cada paciente según su estado de salud, fisionomía y tiempo disponible para la recuperación.

Existen tres componentes principales que influyen en el envejecimiento del rostro. Estos son la desintegración de la arquitectura cutánea, la atrofia de los paquetes de grasa subcutánea y la distención de los ligamentos que unen el SMAS a las otras capas tisulares. La ritidoplastia interviene únicamente sobre el último componente, es decir, la laxitud del tejido fibromuscular y sus ligamentos. No obstante, para obtener resultados naturales y consistentes, el cirujano debe actuar sobre los otros componentes.

Debido a que la ritidoplastia per se no revierte el deterioro de la piel, caracterizado por arrugas profundas y cambios de pigmentación, deben emplearse técnicas de exfoliación como el peeling químico, láser CO2 o dermoabrasión junto con el estiramiento facial para restaurar el tono y la flexibilidad de la piel. Por otro lado, las técnicas de transferencia de grasa corporal al rostro representan actualmente la mejor opción para revertir la pérdida de volumen facial. En efecto, la lipotransferencia ha sido una de las innovaciones más destacadas en la cirugía plástica facial en las últimas décadas. Utilizando técnicas similares a la liposucción, se extrae grasa del cuerpo del paciente y se inyecta en la cara para proporcionar volumen. En la mayoría de los casos, este procedimiento se realiza simultáneamente con un estiramiento facial.

Recuperación después de un estiramiento de cara

El lifting facial contemporáneo implica poco dolor en el período posoperatorio debido a los refinamientos en la técnica quirúrgica y la efectividad en las intervenciones anestésicas. El paciente debe anticipar molestias después de la operación, pero nunca un dolor severo. La hinchazón y los moretones también son normales y tienden a progresar durante 24 a 72 horas para luego ceder a partir de la primera semana. Sin embargo, la hinchazón puede durar hasta 3 meses, según la técnica de estiramiento facial y si se realizaron procedimientos estéticos adicionales. Los pacientes deben considerar este punto si planean su cirugía antes de un compromiso como una boda o reunión del trabajo.

Todos los pacientes reciben instrucciones escritas para el cuidado postoperatorio. A diferencia de la mayoría de las operaciones de cirugía plástica facial, los pacientes deben abstenerse de aplicar compresas frías sobre la piel. Se les anima a ducharse el segundo día después de la cirugía, teniendo cuidado de evitar el agua caliente. La posición para dormir es vital para evitar demasiada hinchazón y lastimar las incisiones. Dependiendo de la técnica quirúrgica, algunos pacientes experimentarán tensión alrededor del cuello durante la primera semana.

El cirujano retirará las suturas entre los días 8 y 10 después de la cirugía, aunque algunas pueden permanecer por más tiempo. La mayoría de los pacientes pueden usar su computadora la primera semana y regresar al trabajo en las semanas dos o tres, según las tareas requeridas. El tiempo de inactividad posoperatorio puede prolongarse si también se realizan operaciones auxiliares como la blefaroplastia o lipotransferencia.

Es permisible usar maquillaje para ocultar los hematomas después de la primera semana, a menos que también se haya sometido a un procedimiento exfoliativo de la piel. Con respecto al ejercicio, los pacientes deben abstenerse durante al menos tres semanas y no pueden reanudar la actividad física extenuante durante dos meses. Los resultados clínicos pueden comenzar a apreciarse a partir de las 6 a 8 semanas, aunque las cicatrices tardarán hasta 8 meses o más en desaparecer, dependiendo de la calidad de la piel del paciente.

Manteniendo los buenos resultados de un lifting facial

Podemos pensar en un lifting de cara como una operación que hace retroceder el reloj del envejecimiento. Para algunos pacientes, pueden ser cinco años, y para otros, diez, pero el reloj volverá a correr tan pronto como el paciente abandone el quirófano. Para continuar envejeciendo con gracia, los pacientes deben adoptar un estilo de vida saludable, que incluya una rutina regular de ejercicios, una dieta saludable y abstenerse de fumar tabaco y de beber alcohol. Además, evitar la exposición al sol contribuirá en gran medida a prolongar los resultados de la cirugía. Finalmente, la terapia de mantenimiento con productos para la piel y toxina botulínica garantizará un aspecto juvenil durante muchos años.