La blefaroplastia de los párpados inferiores es la mejor opción para deshacerse de las bolsas y arrugas debajo de los ojos. Este procedimiento quirúrgico puede hacer maravillas para rejuvenecer la mirada y hacer retroceder el tiempo unos años.
Un cirujano oculoplástico experimentado no solo puede lograr excelentes resultados que duran años, sino que puede mejorar el aspecto de todo el rostro, dándole una apariencia natural y joven.
Sin embargo, nadie puede negar que esta operación conlleva riesgos de complicaciones que pueden afectar la apariencia de una persona, la función de los párpados y la visión del paciente.
Muchos de nosotros hemos escuchado historias de personas que han experimentado cicatrices desagradables, ojo seco severo o, lo que es peor, retracción del párpado después de una blefaroplastia.
Ahora bien, cuando hablamos de complicaciones de una blefaroplastia, necesitamos entender que la mayoría de estas surgen de una sola fuente, a saber, quitar demasiada piel durante el procedimiento.
Es bueno saber entonces que la mayoría de estas terribles complicaciones se pueden prevenir respetando algunas reglas generales de la cirugía estética de los párpados inferiores.