Nuestras lágrimas son producidas por varias glándulas que rodean los ojos. Después de lubricar la superficie del ojo, las lágrimas deben bajar hacia la nariz, haciéndolo a través de pequeñas aberturas en los párpados, llamadas puntos lagrimales. Después de entrar en el punto lagrimal, las lágrimas viajan a la cavidad nasal y luego a la garganta. Este proceso explica por qué sentimos un sabor amargo al aplicar colirios en los ojos.
Los puntos lagrimales pueden hacerse pequeños o estrecharse con la edad, lo que impide el paso de las lágrimas hacia la nariz. Esto se llama estenosis de los puntos lagrimales. Clínicamente, la estenosis de los lagrimales causa lagrimeo constante en uno o ambos ojos, especialmente cuando la persona se expone al aire acondicionado o al leer por períodos prolongados. Cuando esto sucede, el cirujano de párpados tiene a su disposición un procedimiento que puede ayudar a restaurar el flujo lagrimal. Este procedimiento se llama puntoplastia.
Nuestras lágrimas son producidas por varias glándulas que rodean los ojos.
Cuando el lagrimeo de un ojo se debe a una estenosis del punto lagrimal, la puntoplastia puede mejorar significativamente estos síntomas. Es una operación de 5 minutos realizada bajo anestesia local en el consultorio del médico o en una sala de procedimientos menores. El área adyacente al punto lagrimal se infiltra con anestesia inicialmente. Luego, el punto lagrimal se dilata con una sonda quirúrgica; y finalmente, se utilizan tijeras microquirúrgicas para expandir la apertura del punto lagrimal (ver video).
La operación es rápida, segura e indolora. Se le indica al paciente que se aplique gotas antibióticas en el ojo operado tres veces al día durante una semana. Una vez que se ha realizado la operación, las lágrimas pueden fluir fácilmente y los pacientes experimentan una mejoría significativa de lagrimeo.