La película lagrimal es vital para mantener la salud e integridad de la superficie ocular. Una lágrima gruesa, estable y libre de sustancias inflamatorias es indispensable para preservar intacta la función visual. Después de lubricar el ojo, las lágrimas drenan a través de un sistema de drenaje que conecta el ojo con la nariz. Este sistema de conductos lagrimales comienza en los párpados, en unas estructuras muy pequeñas llamadas canalículos. Los canalículos transportan las lágrimas a un depósito en el ángulo interno del ojo llamado el saco lagrimal. Por último, las lágrimas viajan a través de un conducto estrecho hasta la nariz.
Existen muchas condiciones patológicas que pueden afectar este sistema. Las más comunes son la obstrucción del lagrimal y las infecciones. La obstrucción del lagrimal puede ocurrir en la parte superior del conducto, el canalículo, o en la parte inferior, donde se encuentra el saco lagrimal y el conducto nasolagrimal.
Cirugía del lagrimal superior
La obstrucción del lagrimal superior puede ocurrir por un traumatismo en el párpado, el uso crónico de gotas para los ojos o infecciones bacterianas. La laceración del canalículo después de un traumatismo facial es una de las principales indicaciones para la reparación quirúrgica urgente de la vía lagrimal. Si el cirujano no interviene con prontitud, el tejido cicatrizará, lo que dará como resultado un ojo lloroso crónico.
El uso prolongado de medicamentos para el glaucoma es otra causa de cicatrización del lagrimal. En tales casos, el cirujano oculoplástico puede colocar un tubo diminuto de silicona en el canalículo afectado durante 3 a 6 meses para restaurar la función del sistema.
Las infecciones del canalículo son infrecuentes, pero generalmente requieren cirugía cuando suceden. La canaliculitis aguda es el término que se aplica a una infección del lagrimal superior causada por un cuerpo extraño retenido en el canalículo o una infección bacteriana. El mejor tratamiento para esta condición es el drenaje quirúrgico del material infectado.
Cirugía del conducto nasolagrimal
La mayoría de las obstrucciones del lagrimal ocurren en la parte inferior del sistema, es decir, en el saco lagrimal o el conducto nasolagrimal. Estos son más comunes en mujeres mayores, aunque los pacientes más jóvenes y los hombres también se ven afectados. Los síntomas incluyen ojo lloroso, lagañas y secreción de pus a través del lagrimal en el ojo afectado. En casos severos, se puede formar un absceso en el saco lagrimal.
La DCR (dacriocistorrinostomía) es el procedimiento de elección para tratar las obstrucciones del conducto nasolagrimal. Preferiblemente, la cirugía se realiza por la nariz para evitar una cicatriz en la piel. Esta operación requiere anestesia general y es un procedimiento ambulatorio, lo que significa que el paciente puede recuperarse en casa.