Los cirujano oculoplásticos tienen a su disposición múltiples técnicas quirúrgicas para corregir la caída de las cejas. El levantamiento de cejas endoscópico es el método de elección para lograr los resultados más naturales y elegantes sin el riesgo de dejar una cicatriz visible, debido a que se emplean incisiones muy pequeñas escondidas en el cuero cabelludo para realizar la operación. Por otro lado, un abordaje transcoronal o pretriquial exige al cirujano realizar heridas extensas en la línea del cabello o detrás de ella que implican un mayor riesgo de producir cicatrices antiestéticas, alopecia y daño a los nervios.
Cuando se trata de pacientes calvos con caída de las cejas o cuando la operación se realiza principalmente con fines funcionales, las cicatrices pueden colocarse en las arrugas horizontales de la frente o en una arruga justo por encima de los vellos de las cejas. Este método se conoce como levantamiento directo de cejas o plastia directa de las cejas. Son técnicas que consisten en extirpar una cantidad determinada de piel para elevar las cejas y despejar el eje visual.
Inicialmente, la cicatriz de una cejaplastia directa será bastante evidente para el paciente, especialmente en casos de ptosis de cejas severa ya que se necesitan incisiones más grandes para corregir la caída de las cejas. Aproximadamente a la semana de la cirugía, cuando se retiran los puntos, las cicatrices se notarán enrojecidas. En ese momento continuará formándose tejido cicatricial, un proceso que durará varios meses.
La mayoría de las cicatrices son imperceptibles entre 6 meses y un año después de la operación. No obstante, algunas personas notarán que las cicatrices son imperceptibles mucho antes. Por otro lado, hay cicatrices que requerirán una revisión quirúrgica o de otro tipo para mejorar su aspecto. Las exfoliaciones químicas profundas y la ablación con láser de CO2 son muy efectivas para disminuir significativamente la visibilidad de la cicatriz en tales casos.