El cirujano oculoplástico requiere gran dedicación y años de experiencia para ser el mejor en su campo, además de los 13 años de entrenamiento que inician en la carrera de medicina y acaban al completar la subespecialidad. Ellos reconocen el compromiso que implica un procedimiento estético; operar en otro ser humano es un gran privilegio y, al mismo tiempo, una tremenda responsabilidad.
Lamentablemente, las tendencias actuales de las redes sociales minimizan la verdadera naturaleza quirúrgica de estos procedimientos. Es común que los pacientes concluyan que la cirugía estética de los párpados es relativamente sencilla, asumiendo que la recuperación será rápida y los resultados inmediatos. Los mismos medios enfatizan las soluciones rápidas, obviando el riesgo de complicaciones y la importancia de la seguridad para el paciente. El error yace en hacerles pensar que operamos con una varita mágica, no con un bisturí, para citar al Dr. Rohrich, cirujano plástico en Dallas.
Consulta preoperatoria: la clave para el éxito de su operación
La satisfacción de una persona con los resultados de su cirugía plástica dependerá de múltiples factores, sin que todos ellos estén bajo el control del cirujano. Influyen las expectativas sobre los alcances de la operación, la selección del procedimiento adecuado, una técnica quirúrgica impecable, y la velocidad de curación de los tejidos, entre otros.
La valoración preoperatoria es imprescindible para seleccionar el procedimiento más apropiado y con el menor riesgo de complicaciones. En dicha valoración, el cirujano examina cuidadosamente la anatomía del paciente y escucha sus expectativas. Sin una sólida comprensión de los objetivos del paciente, no es posible elegir el procedimiento correcto.
Razones para hacer un retoque después de su cirugía de párpados
Como cirujanos, somos conscientes de que los tejidos de cada persona responden de manera particular a una operación y cada herida cicatriza diferente. La reacción de un tejido al trauma quirúrgico es ciertamente impredecible; por lo tanto, el cirujano no tiene control absoluto sobre el resultado. Por esta razón, los retoques son parte integral de nuestra profesión.
Existen dos razones principales para realizar un retoque después de la cirugía plástica de párpados: las cicatrices antiestéticas y asimetría en el contorno de los párpados.
Revisión quirúrgica de cicatrices
En la mayoría de los casos, los cirujanos oculoplásticos logran camuflar las cicatrices casi a la perfección, respetando los principios básicos de manipulación tisular y empleando suturas menos reactivas. Las incisiones se colocan estratégicamente sobre pliegues naturales de piel; de esta manera, tras su maduración, la cicatriz formará parte de una arruga o línea de expresión.
No obstante, debido a que las heridas de cada paciente sanan de manera diferente, la cirugía puede dejar cicatrices perceptibles y, en algunos casos, antiestéticas. Afortunadamente, existen geles de silicona y cremas cicatrizantes que mejoran el aspecto de estas. Asimismo, el cirujano puede emplear medicamentos anti-cicatrices, como la Triamcinolona (esteroide) y el 5-FU para tratar cicatrices hipertróficas. En casos extremos, cuando las cicatrices no responden a las terapias mencionadas, el cirujano debe recurrir a la revisión quirúrgica. Dicho esto, es importante dejar madurar la cicatriz (alrededor de 3 a 6 meses) antes de considerar un retoque. Generalmente, estas revisiones se pueden realizar bajo anestesia local en una sala de procedimientos menores.
Asimetría postoperatoria
La cirugía oculoplástica consiste en la manipulación metódica de la anatomía de los párpados con el objetivo de crear un contorno natural, elegante y joven. Algunos pacientes pueden percibir una diferencia en la forma de sus ojos después de la operación; es probable que la asimetría existiera antes de la cirugía, pero que haya pasado desapercibida. A menudo, es suficiente mostrarles sus fotografías pre-operatorias para aclarar su inquietud.
Todas las personas tienen algún nivel de asimetría en la forma de sus ojos, y le corresponde al cirujano señalar estas diferencias antes de la cirugía. Sin embargo, si la asimetría es más pronunciada 3 a 6 meses después del procedimiento, y no existía antes de la operación, entonces se puede proceder con el retoque quirúrgico.
Nuestra política con respecto a los retoques
Para corregir con éxito la molestia del paciente, sea una cicatriz antiestética o asimetría en el contorno palpebral, tanto el paciente como el cirujano deben concertar sobre su naturaleza. Dicho de otra manera, debe quedar claro cuál es problema, la mejor solución para corregirlo, y el riesgo de intervenir de nuevo.
En nuestra práctica clínica no cobramos honorarios médicos (cirujano) por un retoque quirúrgico siempre y cuando el cirujano considere que el procedimiento mejorará significativamente el resultado y se haya dado suficiente tiempo a los tejidos para sanar, alrededor de 3 a 6 meses después de la primera intervención. Esto les da tranquilidad a nuestros pacientes y crea un ambiente de confianza durante el proceso de recuperación. Se les pide a los pacientes que asuman las tarifas de anestesia, si fuera necesario, y los costos asociados con el uso de sala de operaciones.
Los cirujanos experimentados conocemos las limitaciones de cada procedimiento y, por lo tanto, establecemos expectativas realistas sobre los resultados que dicho procedimiento puede ofrecer. Por otro lado, hemos aprendido a aceptar el hecho de que los tejidos cicatrizan de manera diferente en todas las personas y que los retoques forman parte de lo que hacemos. Por mi parte, les aseguro a mis pacientes mi compromiso de estar con ellos a través de su trayectoria por la cirugía plástica hasta que estén satisfechos con su resultado.