La órbita es una cavidad ósea ubicada en el cráneo donde residen el ojo y los anexos oculares. Es decir, el ojo no es el único órgano que se encuentra en la órbita, sino que existen múltiples tejidos en este espacio que son fundamentales para la función visual y la protección del ojo. Estos tejidos incluyen vasos sanguíneos, nervios, tejido graso y la glándula lagrimal. Cualquiera de estos tejidos puede desarrollar un crecimiento anormal de células, creando una masa o tumor que empujará el ojo hacia adelante a medida que crece en este espacio confinado. Una masa orbitaria puede ser benigna o cancerosa, una distinción que debe hacerse antes de elegir el mejor tratamiento.
¿Cómo saber si una masa orbitaria es benigna o maligna?
Afortunadamente, los tumores orbitarios benignos se comportan de manera muy diferente al cáncer orbitario. Una masa benigna generalmente está bien definida en un espacio de la órbita, no es dolorosa y tiende a crecer lentamente. El cáncer de órbita, por otro lado, es más agresivo en su presentación clínica. Una masa maligna suele estar mal definida, produce inflamación de la órbita y en general crece rápidamente. Por supuesto, estas son solo reglas generales, y algunas masas benignas pueden comportarse como tumores orbitarios malignos (ver imagen).
Por esta razón, es crucial hacer una tomografía computarizada (TAC) de la órbita cuando se encuentra una masa orbitaria. Los cirujanos oculoplásticos se basan en signos radiológicos específicos para discriminar mejor entre masas benignas y malignas. Una vez que el cirujano ha visualizado el TAC, podrá decidir si es mejor extirpar la masa por completo o tomar una biopsia.
Biopsia incisional vs biopsia escisional de una masa orbitaria
Cuando una masa orbitaria muestra características benignas en el TAC, el cirujano decidirá resecarla en su totalidad para enviarla al laboratorio para su análisis patológico. Este procedimiento se llama biopsia incisional. La biopsia incisional siempre debe realizarse cuando la masa es un tumor benigno de la glándula lagrimal. Esto es importante porque algunos tumores benignos de la glándula pueden convertirse en cáncer si no se eliminan temprano.
Por otro lado, si el TAC muestra signos de malignidad, el tumor es muy grande o hay mucha incertidumbre sobre el tipo de tumor, el cirujano optará por tomar una muestra de la masa para su análisis patológico. Este método se conoce como biopsia incisional. Una vez que el patólogo ha proporcionado un diagnóstico definitivo, se puede determinar el mejor curso de acción; es decir, si se necesita cirugía adicional o si lo mejor es radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos tratamientos.