Las cicatrices en el rostro son bastante frecuentes y, muy a menudo, se forman debido a un trauma o una quemadura. Sin embargo, estas cicatrices también pueden aparecer como consecuencia de la inflamación de la piel después de un procedimiento de cirugía plástica. Independientemente de la causa, las cicatrices faciales, especialmente aquellas que aparecen alrededor de los ojos, pueden causar una afectación funcional y estética significativa. Las cicatrices de los párpados, en particular, pueden poner el ojo en riesgo de sequedad excesiva y causar daño corneal irreversible, sin mencionar el estrés psicológico que estas cicatrices pueden causar en el paciente. Las cicatrices en el rostro pueden evitar que los pacientes hagan apariciones públicas debido a la vergüenza que sienten o el estrés emocional.
La buena noticia es que hay muchos tratamientos disponibles para mejorar la apariencia de las cicatrices. El tratamiento adecuado depende de varios factores, como el tamaño de la cicatriz, su ubicación en la cara y cuánto tiempo ha pasado desde la lesión.
Prevención de cicatrices después de la cirugía plástica
Si las incisiones no están curando bien después de una cirugía plástica facial y tu cirujano teme que el proceso de curación se haya vuelto agresivo, las mejores medidas para prevenir una cicatriz antiestética incluyen la aplicación de láminas de silicona o ungüentos antiinflamatorios en las incisiones. Es posible que tu cirujano también desee inyectar esteroides en la incisión para disminuir la inflamación. Esta última opción solo funciona si se realiza durante las primeras semanas después de la cirugía. Puede ser necesario aplicar más de una inyección en unas pocas semanas, pero en muchos casos, los resultados son impresionantes.
Además, masajear la zona de la incisión cuando se nota que la cicatriz está elevada o roja también funciona para disminuir su engrosamiento. El masaje se realiza después de la segunda semana, haciéndolo correctamente varias veces al día con la pulpa del dedo índice, con un movimiento circular firme sobre el tejido cicatricial. Este ejercicio también sirve para reducir el endurecimiento de la cicatriz. Esto es especialmente útil después de un procedimiento reconstructivo alrededor de los ojos.
Revisión de cicatrices viejas en el rostro y los párpados
Para las cicatrices más antiguas, es decir, las que tienen 6 meses o más, los pacientes tienen dos alternativas: tratamiento con láser y revisión quirúrgica de la cicatriz. El tratamiento con láser CO2 funciona bien para disminuir el tamaño y la pigmentación de una cicatriz. No hace desaparecer la cicatriz, pero reduce su apariencia. La aplicación incorrecta de esta tecnología puede tener serias consecuencias, especialmente cuando se aplica a la piel del párpado; por lo tanto, un profesional médico experimentado debe realizar el procedimiento con láser para lograr resultados satisfactorios.
Finalmente, cuando la cicatriz es muy grande o si otras alternativas han resultado ineficaces, la revisión quirúrgica por parte de un cirujano plástico se convierte en la mejor opción para tratar las cicatrices antiestéticas. En la mayoría de los casos, la cirugía se realiza de manera ambulatoria bajo anestesia local. Si la cicatriz se encuentra alrededor de los ojos, un cirujano oculoplástico es tu mejor opción y la más segura para obtener un resultado excelente sin comprometer la integridad del ojo.