La obstrucción del lagrimal es un condición benigna, pero muy molesta, que afecta a miles de personas en todas partes del mundo. El síntoma principal de esta enfermedad es lagrimeo constante de un ojo, aunque ambos ojos pueden estar afectados al mismo tiempo. No obstante, es importante mencionar que la causa más frecuente de ojos llorosos es el síndrome del ojo seco y no siempre se debe a una obstrucción del lagrimal. La explicación es que un ojo seco siempre está irritado y esta irritación causa que el ojo produzca más lágrimas.
Para aquellos casos con una verdadera obstrucción del lagrimal, cuando los síntomas afectan la calidad de vida de la persona, existe un tratamiento muy efectivo y seguro que puede curar la enfermedad. En el blog de hoy, dedicaremos tiempo para hablar sobre las causas de la obstrucción del conducto lagrimal y cómo tratarlas.
Algunas palabras sobre el sistema lagrimal del ojo
Las lágrimas se producen en una glándula ubicada debajo de los párpados superiores, llamada glándula lagrimal. Las lágrimas lubrican y protegen la superficie de los ojos. Después de humedecer la córnea, las lágrimas drenan a través de un sistema que comienza en los párpados. Durante cada parpadeo, unos canales llamados canalículos llevan las lágrimas a un saco ubicado en el ángulo interno del ojo. Después de alcanzar el saco, las lágrimas viajan por un conducto llamado conducto nasolagrimal que finalmente las lleva a la nariz y luego a la garganta. Esto explica por qué notamos el sabor amargo de los colirios y el hecho de que nuestras narices se tapan cuando lloramos.
Causas de una obstrucción en el lagrimal y cómo tratarlas
La obstrucción del lagrimal puede suceder en recién nacidos, adultos jóvenes y personas mayores, aunque las causas son diferentes para cada grupo de edad.
En los bebés, la obstrucción generalmente se encuentra en la nariz, en una válvula que no se ha abierto. Esto causa lagrimeo constante y una infección crónica del ojo afectado. Afortunadamente, la mayoría de estas obstrucciones se resuelven solas cuando la válvula se abre a la edad de un año. Sin embargo, si la válvula no se abre sola, el cirujano deberá realizar una operación para solucionar el problema.
En adultos jóvenes, el lagrimal puede estar obstruido por una piedra localizada en los pequeños conductos dentro de los párpados (canalículos). Esto crea una infección dolorosa en la esquina del ojo, llamada canaliculitis, que se manifiesta por secreción del ojo afectado y una protuberancia roja. El tratamiento es siempre quirúrgico e implica realizar un corte en el conducto para extraer las piedras. Esto restaura la permeabilidad del sistema y las lágrimas pueden drenar fácilmente en el saco.
En los adultos mayores, la obstrucción normalmente se encuentra en el conducto nasolagrimal, es decir, el conducto que conecta el saco lagrimal con la nariz. Esto es más frecuente en mujeres postmenopáusicas. El síntoma principal es lagrimeo constante que baja por la mejilla y que la paciente debe secarse con un pañuelo. Otra consecuencia es que el conducto lagrimal puede infectarse y causar un absceso en el ángulo interno del ojo, una condición llamada dacriocistitis aguda. La dacriocistitis aguda es extremadamente dolorosa y potencialmente peligrosa para el paciente. El tratamiento es con compresas calientes y antibióticos orales o intravenosos. Otros pacientes no experimentan un absceso agudo del saco lagrimal, sino una infección crónica que se manifiesta por lagrimeo constante y secreción de pus, generalmente en la mañana.
DCR endoscópica para tratar lagrimales obstruidos
El único tratamiento efectivo para una obstrucción del conducto lagrimal es una operación llamada DCR. Esta cirugía crea un pasadizo desde el saco lagrimal hacia la nariz, por encima de la obstrucción, y evita que la lágrima tenga que pasar por el conducto que está obstruido. De esta manera, las lágrimas y el material mucoso pueden drenar directamente a la nariz sin problemas; es decir, las lágrimas pueden viajar a su destino normal sin quedarse estancadas.
Una DCR es un procedimiento ambulatorio que se realiza con anestesia general. La operación se puede realizar a través de una incisión en la piel (externa) o por la nariz (endoscópica). La vía endoscópica es más ventajosa por varias razones. La primera razón es que se evita una incisión en la piel, por lo que no hay riesgo de crear una cicatriz. Otra razón es que el tiempo de recuperación es más corto y menos doloroso para el paciente. Finalmente, la DCR endoscópica parece tener una tasa de éxito más alta que la vía externa. La operación dura aproximadamente 45 minutos y la recuperación es muy fácil para el paciente. En la mayoría de los casos, solo hay una mínima molestia después del procedimiento.
Cirugía del conducto lagrimal en Costa Rica
La cirugía del conducto lagrimal es realizada por especialistas en el sistema lagrimal, llamados cirujanos oculoplásticos. Estos cirujanos tienen amplia experiencia en técnicas endoscópicas para tratar obstrucciones de los conductos lagrimales. ¡Ya no tienes que vivir con tus síntomas!