El blefaroespasmo es una enfermedad neurológica progresiva. Los pacientes tienen dificultad para abrir los ojos debido a los movimientos involuntarios de sus párpados. Los espasmos pueden extenderse al resto de la cara.
Las inyecciones de toxina botulínica disminuyen los espasmos en la mayoría de los casos, pero algunos pacientes requieren cirugía.
La orbiculectomía es el tratamiento de elección para los pacientes que no responden al Botox.
La operación se realiza utilizando una técnica similar a la blefaroplastia.
Después de retirar la piel del párpado, el cirujano realiza una cuidadosa resección del músculo orbicular.
Esta orbiculectomía debe hacerse por etapas, hasta lograr la escisión completa del músculo.
La disección quirúrgica debe ser precisa y meticulosa para evitar el daño a las estructuras nerviosas y vasculares.
El cirujano debe remover todo el músculo para que la cirugía funcione y para evitar una recidiva del blefaroespasmo.
Se emplea coagulación con cauterio bipolar para prevenir los hematomas.
El último paso de la cirugía consiste en cerrar las incisiones de la piel.
Un mes después del procedimiento: los espasmos son mínimos y la paciente logra abrir los ojos.
Si quiere saber más de este tratamiento o una cita de valoración, contáctenos.