Los lunares, o nevus, son lesiones muy prevalentes en el área periocular. Un nevus generalmente aparece en la adolescencia, aunque algunas personas lo notan hasta la edad adulta temprana. Los lunares generalmente son lesiones pigmentadas, aunque algunos son de color rosado o carnoso (no pigmentados). En algunos casos, los nevus pueden adquirir una forma más irregular y tonos más oscuros a medida que crecen. Si este es el caso, es posible que desees saber si la lesión se está volviendo cancerosa.
Aunque es infrecuente que un lunar se vuelva maligno, cualquier lesión pigmentada en el párpado que crezca o cambie de tono debe ser examinada a fondo. El melanoma maligno es un tipo de cáncer muy agresivo que puede presentarse como una lesión pigmentada en la piel del párpado. De hecho, un melanoma puede tener características muy similares a un lunar. Esta es la razón principal por la que los cirujanos oculoplásticos desean eliminar rápidamente cualquier lesión pigmentada en los párpados. Existen algunas características particulares, como un crecimiento rápido del lunar, diferentes tonalidades dentro de la lesión o la vascularización de este, que obligan al cirujano a realizar una biopsia.
Es sumamente importante hacer una distinción entre un nevus pigmentado y un melanoma maligno. Los cirujanos de párpados son los médicos más calificados para hacer el diagnóstico correcto. En caso de duda, estos especialistas realizarán una biopsia de la lesión.