Las arrugas en el entrecejo (ceño fruncido) son surcos pronunciados que aparecen entre nuestras cejas, en una zona anatómica conocida como la glabela. Estas arrugas pueden hacer que una persona parezca enojada o preocupada. Por lo tanto, el tratamiento para un ceño fruncido es una consulta muy frecuente y una de las razones principales por las que las personas buscan tratamientos con Botox. De hecho, el Botox se aprobó por primera vez para el tratamiento de líneas de expresión en el entrecejo. Las inyecciones de Botox son actualmente el mejor tratamiento para estas arrugas. Su aplicación es prácticamente indolora y sus efectos son muy naturales. Sin embargo, los resultados del Botox solo duran de 4 a 5 meses y las inyecciones deben repetirse periódicamente para mantener un aspecto rejuvenecido. La eliminación de las líneas del entrecejo con Botox puede tener un impacto muy significativo en la apariencia de una persona, especialmente en aquellas con aspecto enojado. Es importante asegurarse de que el profesional que aplica el producto esté calificado para hacerlo (dermatólogo, cirujano plástico, u oculoplástico) y que utilice una toxina de buena calidad, como el Botox o el Xeomin.