La recuperación después de una cirugía para elevar un párpado(s) caído no debería ser dolorosa. El cirujano oculoplástico tiene mucha experiencia en abordajes quirúrgicos mínimamente invasivos para lograr los mejores resultados y la menor cantidad de hinchazón y hematomas. El uso de técnicas microquirúrgicas le permite al cirujano manipular las estructuras del párpado con delicadeza, causando la menor cantidad de trauma tisular. Por lo tanto, los pacientes pueden esperar poco dolor en el postoperatorio inmediato. Se le recomienda al paciente que tome un analgésico el día de la operación, como acetaminofén o ibuprofeno. La mayoría de los pacientes no sienten la necesidad de tomar medicamentos para tratar el dolor después del primer día.