¿La transferencia de grasa es una buena opción para el aumento de pómulos?

Los efectos de la pérdida de grasa en las mejillas se evidencian fácilmente a partir de la tercera década. Notamos que se pierde el contorno atractivo de los pómulos, las bolsas debajo de los ojos se vuelven más prominentes y los pliegues nasolabiales se profundizan. Afortunadamente, la mejilla es una de las regiones de la cara más adecuadas para un procedimiento de transferencia de grasa. Sus múltiples compartimentos anatómicos permiten que el cirujano obtenga resultados predecibles con un bajo riesgo de complicaciones. Asimismo, la mejilla es una región donde el porcentaje de reabsorción de grasa, es decir, la grasa que es absorbida por el cuerpo después del procedimiento es relativamente bajo, prolongando los resultados del procedimiento.