Si ya se ha determinado que un tumor del párpado no es canceroso, sea por su aspecto clínico o una biopsia previa, entonces no es necesario extirparlo. Esto es así, por supuesto, si la lesión no molesta al paciente. Por otro lado, si un tumor benigno está causando irritación ocular u otros síntomas, este debe eliminarse.
Otra cosa que hay que tomar en cuenta es la preocupación por la estética. Es posible que una lesión benigna no esté causando ningún problema, pero se puede resecar si el paciente la considera desagradable. La mayoría de las aseguradoras privadas no cubrirán esta cirugía ya que lo consideran un procedimiento estético.