Nuestros ojos, esencia del rostro, constituyen su facción más expresiva y la más sobresaliente. La región que rodea los ojos, llamada región periocular, es el foco de atención de las personas con las que interactuamos. Ciertamente, nuestra mirada puede comunicar emociones y sentimientos que no se pueden expresar con palabras.
Con el paso de los años, empezamos a notar flacidez de la piel de los párpados y un deterioro muy evidente en el contorno de los ojos. Este fenómeno, tan poco deseable, puede afectar negativamente nuestra apariencia, haciéndonos ver tristes y cansados en lugar de afirmar nuestra vitalidad interior. Para otras personas, es una cuestión de deterioro funcional y no tanto de apariencia. En este caso, la laxitud del párpado y el exceso de piel que cuelga sobre las pestañas provoca fatiga visual y disminuye la visión periférica.
Independientemente de los síntomas, ya sean por molestias visuales o un deseo de rejuvenecer la mirada, la blefaroplastia superior es el procedimiento quirúrgico ideal para restaurar el contorno natural de los párpados.