Los párpados también ayudan a «bombear» las lágrimas desde la superficie del ojo hasta el saco lagrimal. Es decir, los párpados funcionan como una cañería para el drenaje del ojo. Desde el saco lagrimal, las lágrimas son llevadas a la nariz a través de un pequeño conducto llamado el conducto nasolagrimal. Estas lágrimas arrastran células muertas, el moco producido por la conjuntiva y las bacterias de la superficie del ojo. Los párpados, por lo tanto, eliminan los residuos del ojo y previenen la irritación de la superficie ocular.
Reseña del sistema lagrimal
El sistema lagrimal del ojo es responsable de la producción de lágrimas, la lubricación de la superficie ocular y del drenaje de las lágrimas hacia la nariz. Existen varias glándulas que producen lágrimas, la mayor de las cuales es la glándula lacrimal. Estas glándulas se encuentran debajo de ambos párpados superiores. Después de su producción, las lágrimas se distribuyen en la superficie del ojo por acción del parpadeo. Este proceso es esencial para la salud del ojo porque las lágrimas proporcionan nutrientes y previenen la muerte celular.
¿Cuáles son los síntomas de una infección del sistema lagrimal y cómo se tratan?
Es posible tener una infección en la glándula lagrimal, pero esta muy poco frecuente. Por otro lado, las infecciones del sistema de drenaje del ojo, el que lleva las lágrimas desde el ojo hasta la nariz, son mucho más comunes y generalmente aparecen cuando hay una obstrucción del sistema de conductos lagrimales.
La ubicación de una infección en la vía lagrimal dicta los síntomas experimentados por el paciente. Cuando la infección se encuentra cerca del ojo, antes de llegar al saco lagrimal, esta se debe a una obstrucción alta de la vía lagrimal. Por el contrario, cuando las infecciones se originan en el saco lagrimal, estas se deben a una obstrucción baja. La edad, el sexo y la presentación clínica brindan al médico una pista sobre el sitio de la infección.
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Canaliculitis aguda
Esta es una infección causada por una obstrucción alta de la vía lagrimal, en los pequeños conductos ubicados en los párpados, llamados canalículos. La canaliculitis aguda es más frecuente en mujeres de mediana edad. La causa de la obstrucción suele ser la presencia de un cuerpo extraño, como el tapón de silicona que se usa para tratar el ojo seco, o una piedra producida por bacterias. El canalículo se enrojece y se inflama, segregando material purulento y causando dolor agudo y sensibilidad en el párpado afectado. Esta condición requiere cirugía para su tratamiento y no se resuelve solo con antibióticos. La operación se realiza bajo anestesia local y dura unos 15 minutos. La resolución de los síntomas es inmediata.
Dacriocistitis aguda
Cuando la obstrucción se localiza en el saco lagrimal o en el conducto inferior, es decir, en el conducto nasolagrimal, el saco se infecta y se puede formar un absceso. Esto se ve como una protuberancia roja en el ángulo interno del ojo. Un absceso es extremadamente doloroso. El tratamiento médico consiste en compresas calientes, antibióticos orales y medicamentos antiinflamatorios. Sin embargo, esto solo funciona para aliviar los síntomas agudos, pero no resuelve el problema.
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La solución permanente para este tipo de obstrucción es un procedimiento quirúrgico llamado DCR. Una DCR funciona creando una abertura desde el saco lagrimal hasta la nariz, evitando el paso de las lágrimas por la obstrucción. Esta operación se realiza endoscópicamente, a través de la cavidad nasal, para evitar una cicatriz. La abertura permite que las lágrimas, los residuos y el moco se drenen hacia la nariz y que el paciente experimente alivio y la eliminación de los síntomas. Una DCR exitosa reduce significativamente la probabilidad de formación de otro absceso en el saco lagrimal.
La solución permanente para este tipo de obstrucción es un procedimiento quirúrgico llamado DCR. Una DCR funciona creando una abertura desde el saco lagrimal hasta la nariz, evitando el paso de las lágrimas por la obstrucción. Esta operación se realiza endoscópicamente, a través de la cavidad nasal, para evitar una cicatriz. La abertura permite que las lágrimas, los residuos y el moco se drenen hacia la nariz y que el paciente experimente alivio y la eliminación de los síntomas. Una DCR exitosa reduce significativamente la probabilidad de formación de otro absceso en el saco lagrimal.
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Dacriocistitis crónica
En algunas ocasiones, una obstrucción en el saco o conducto nasolagrimal no desencadena una infección aguda o absceso, sino que produce una infección más leve que se vuelve crónica. En estos casos, el paciente experimentará lagrimeo constante en ese ojo y una secreción purulenta al despertar. Esta dacriocistitis crónica no es tan peligrosa como su contraparte aguda, pero es muy molesta para el paciente. Sin embargo, el tratamiento es el mismo, y requiere una DCR endoscópica. En este caso, el objetivo es reducir la frecuencia del lagrimeo y eliminar la secreción.