Anatomía de la piel del rostro y los efectos del envejecimiento
Nuestra piel consta de tres capas: la epidermis, la dermis y el tejido subcutáneo. Las dos capas más superficiales (epidermis y dermis) son relevantes para entender cómo funcionan los peelings químicos. La epidermis es la capa más externa de la piel, compuesta a su vez por cinco subcapas. La epidermis cumple la función de una barrera impermeable, protegiendo la piel de los efectos del sol, la polución y los gérmenes. El estrato córneo es la capa más externa de la epidermis y se compone principalmente de células muertas. Estas células se descaman constantemente para que las células más jóvenes tomen su lugar. El estrato córneo actúa como una capa protectora natural y evita la deshidratación.
La dermis es la capa que se encuentra por debajo de la epidermis y está formada por fibras de colágeno y elastina. Estos componentes son vitales para mantener la firmeza, elasticidad e integridad de la piel. Los folículos pilosos, las glándulas y los vasos sanguíneos también se encuentran en la dermis. La degradación del colágeno y la elastina con los años es una de las principales causas del envejecimiento facial.