Pocas personas pasarían por desapercibida una lesión, o tumor, que nace alrededor del ojo. Es natural que sientan preocupación al ver un grano, bulto o nódulo en el espejo, especialmente si es de aparición reciente. La razón es que en algún momento escucharon que una lesión en el párpado puede transformarse en cáncer. Efectivamente, cualquier lesión en los párpados puede alojar células malignas, aunque no se trate de un “lunar” en el sentido convencional.
Por esta razón, cualquier lesión o crecimiento nuevo en la piel de los párpados debe ser examinada por un oftalmólogo. Si el oftalmólogo sospecha cáncer, pero la lesión no presenta todas las características de un tumor maligno, puede referir al paciente a un cirujano oculoplástico (especialista en párpados) para una segunda opinión. En última instancia, se debe realizar una biopsia para obtener el diagnóstico definitivo.
¿Cuándo debo consultar al especialista por un lunar?
A pesar de que, lógicamente, nadie debería hacer un diagnóstico por su cuenta, también es cierto que nadie debería evadir la posibilidad de que se trate de un tumor maligno. Por lo tanto, si usted tiene un lunar, o cualquier lesión de aparición reciente en el párpado, es importante que sepa cuándo debe acudir a un especialista.
Los tumores benignos del párpado comparten ciertas características que los diferencian del cáncer. Generalmente tienen bordes bien definidos, no sangran, y no crecen con el tiempo (o crecen muy lentamente). Por el contrario, las neoplasias malignas tienden a diseminarse por la piel, recaen a pesar de mejorar temporalmente con tratamientos caseros, y se hacen más grandes.
Es muy útil clasificar los tumores de los párpados en dos categorías: aquellos que tienen pigmento (lunar) y los que adoptan el mismo color de la piel. De esa manera, podemos hablar de los signos de alarma que nos harían sospechar malignidad.
¿Cuándo se debe quitar un lunar?
Primero vamos a hablar de los tumores pigmentados que nacen en la piel de los párpados (popularmente conocidos como lunares). ¿Cuándo es necesario hacer una biopsia? ¿Cuándo deberían removerse por completo? Afortunadamente, los dermatólogos han ideado una regla para ayudar a los pacientes, y a los médicos, a sospechar neoplasia maligna (melanoma). Se llama la regla ABCDE:
- A: Asimetría. Imagine que corta el tumor en dos mitades; si las mitades no coinciden en tamaño y dimensión, son asimétricas. La asimetría nos obliga a pensar en un tumor maligno.
- B: Bordes. Esto significa que la lesión no es perfectamente redonda, sino que tiene bordes irregulares que se diseminan por la piel, como los tentáculos de un pulpo.
- C: Color. El lunar no tiene un pigmento homogéneo, sino que tiene diferentes tonalidades.
- D: Diámetro. ¡Cuidado con las lesiones que miden más de 6 mm!
- E: Evolución. Si el lunar aumenta de tamaño, es mejor quitarlo o hacer una biopsia.
A pesar de que la regla ABCDE es bastante útil, en realidad, los especialistas en párpados prefieren remover la mayoría de los lunares que aumentan de tamaño o cambian de color.
¿Cuáles son los signos de cáncer en un tumor de párpado sin pigmento?
Si la lesión no es un lunar per se, lo que significa que no tiene color, aun así, es importante que lo examine un especialista, ya que el cáncer de párpado es mucho más frecuente en lesiones no pigmentadas que en los lunares. De hecho, el carcinoma basocelular, que es el cáncer más frecuente en la piel del párpado, normalmente no tiene pigmento. Los signos más comunes de malignidad de estas lesiones son bordes irregulares, márgenes elevados, ulceración central y vasos pequeños (telangiectasias). El carcinoma basocelular es mucho menos agresivo que el melanoma.
En resumen, si una lesión en el párpado crece, cambia de tono o produce síntomas deber ser examinada por un cirujano oculoplástico.