La aplicación de toxina botulínica tipo A, comúnmente conocida como Botox, es el procedimiento estético más popular en el mundo.
El nombre Botox es conocido por la mayoría de las personas porque ese es el nombre del producto original fabricado por la casa Allergan a principios del siglo XXI. Sin embargo, hay otras toxinas botulínicas como Dysport y Xeomin que también han sido aprobadas para tratar las líneas de expresión en el rostro.
El movimiento de los músculos de la cara es lo que produce arrugas cuando sonreímos, fruncimos el ceño o mostramos sorpresa. La toxina botulínica es un producto biológico que relaja los músculos donde se aplica, independientemente de la marca. Al disminuir la fuerza que ejercen estos músculos sobre la piel, la toxina evita que se formen arrugas y líneas de expresión.
El Botox no debe confundirse con rellenos faciales, que son sustancias que proporcionan volumen en las áreas de la cara que caen con la edad. Aunque ambos productos se utilizan para rejuvenecer la apariencia de la cara, sus indicaciones son muy diferentes. El Botox y los rellenos se pueden utilizar juntos para obtener un resultado rejuvenecedor más armonioso si se aplican correctamente.
Remodelar la cara con Botox y rellenos se ha convertido en un arte en dermatología cosmética y cirugía plástica, pero este arte sólo se puede dominar con experiencia y el uso de productos de alta calidad. En general, el Botox se usa para tratar arrugas en el tercio superior de la cara, mientras que los rellenos proporcionan volumen a la parte inferior.
Botox: rejuvenecimiento del rostro sin cirugía
El tratamiento con Botox es atractivo porque es seguro, efectivo y su aplicación no requiere un viaje al quirófano. Al mismo tiempo, no hace falta tomarse tiempo libre después de un tratamiento y tampoco hay efectos secundarios importantes. El Botox se usa con mayor frecuencia en el tercio superior de la cara. Este producto ayuda a rejuvenecer la apariencia del rostro al disminuir las líneas de expresión y las arrugas que hacen que una persona se vea cansada, enojada o envejecida.
Es una realidad que el tercio superior de la cara es el área que las personas notan cuando interactúan con nosotros. También es la primera zona de nuestra cara que muestra signos del envejecimiento. Las arrugas horizontales de la frente, las líneas del entrecejo y las patas de gallo, son ejemplos del paso de los años. Afortunadamente, el Botox puede rejuvenecer esta área al reducir estos signos de envejecimiento. El producto es aplicado por un dermatólogo o cirujano plástico en un consultorio y el tratamiento es prácticamente indoloro.
Al considerar un tratamiento con Botox, debes asegurarte de que tu médico esté usando un producto original y que haya sido entrenado en su aplicación. Esto disminuirá el riesgo de complicaciones. Siempre solicita a tu médico que te muestre el producto antes de inyectarlo. Recuerda que el Botox puede hacer maravillas para reducir las arrugas no deseadas y darle a tu piel una apariencia más suave, pero el producto debe aplicarse correctamente.